Las patologías de la retina y el vítreo pueden impedir ver con claridad los detalles de una imagen, generar ceguera o pérdida visual severa.
Sin tratamiento, la diabetes y otras enfermedades obstruyen o desgarran los vasos sanguíneos del interior del ojo; muchas veces, con deterioros progresivos que conducen a la pérdida visual definitiva, acompañada de dolor y/o atrofia del globo ocular. En casos de retinopatía diabética, degeneración macular asociada con la edad y oclusiones venosas retinianas, existe una buena alternativa para no perder aún más la visión: la fotocoagulación con láser Argón.
Entre las cirugías más importantes para la retina están: la retinopexia convencional, la retinopexia posterior, la retinopexia intraquirúrgica con láser, la retinopexia por crioterapia y la vitrectomía más retinopexia.
Para los tipos de desprendimiento de retina complicados, se combina la vitrectomía con la implantación de un material sintético, para adosar las capas que están separadas de la pared del globo ocular. Luego, se aplican rayos láser, para bloquear los desgarros y se llena el interior del ojo con gas o con aceite de silicón. En un porcentaje alto, los casos operados son exitosos, al quedar adherida la retina con una sola cirugía.